José Asunción Flores, A treinta años de su regreso al Paraguay

El 11 de noviembre se cumplió 30 años de la expatriación de José Asunción Flores. Durante su vida jamás pudo regresar a su querido Paraguay


  • La democracia hizo justicia al creador de la guarania
  • La dictadura le negó su regreso al país, aun después de muerto
  • Flores sufrió durante décadas la ausencia del terruño
  • El poder totalitario trastoco los valores de la sociedad paraguaya

Se hizo justicia con un grande de la patria paraguaya

El 11 de noviembre de 2021 se cumplió 30 años de la expatriación de los restos de José Asunción Flores. Durante su vida jamás pudo regresar a su querido Paraguay, pero tampoco la dictadura permitió, aun fallecido, que sus restos regresara a la patria.

Un triunfo de la democracia paraguaya sobre la opresión

Solo después del derrocamiento del dictador y cuando cambiaron las condiciones políticas de opresión El Paraguay pudo recuperar los restos de quien lo inmortalizara en el pentagrama musical. La dictadura se enseñoreo contra Flores a igual que con centenares de miles de paraguayos desterrados.

Flores sufrió la añoranza de su patria como ninguno

 Quienes compartimos su compañía sabíamos como la añoranza al país carcomía su espíritu. Cada vez que el techaga`ú le atormentaba más de la cuenta, venía a Clorinda o a otro lugar de la frontera argentina, para mirar desde el otro lado del río, su paraíso perdido. Cuanta nostalgia para un ser que amaba, sobre todas las cosas, a su país.

La larga dictadura trastocó los volares del Paraguay

No se ha medido todavía el enorme daño que causó la longeva dictadura a la sociedad paraguaya. Trastocó todos los valores positivos esenciales del Paraguay histórico. Creo una sociedad amorfa, sin ningún sentido de identidad nacional, que solo valoriza el dinero como blasón.   

Crónica de un incendio anunciado

Todo el mundo, las autoridades municipales, los bomberos, los usuarios, la ciudanía asuncena tenían conciencia de que una catástrofe era posible.

Abundaban las instalaciones eléctricas clandestinas, se producían casi de forma permanente cortos circuitos

Victor-Jacinto Flecha

  • A través de los últimos 80 años el mercado 4 ha crecido descontroladomente
  • La municipalidad, organismo responsable del mercado, no ha tenido control de su crecimiento ni medidas preventivas
  • Esta tragedia fue predecible y protagonizada por la decidía y la corrupción

García Márquez y el incendio en el Mercado 4 de Asunción

Gabriel García Márquez escribió una novela titulada “crónica de una muerte anunciada” donde relata paso a paso los sucesos premonitorios que terminaría con una muerte. Lo mismo pusiéramos decir del incendio del Mercado N.º 4 de Asunción, producido el 3 de noviembre 2021.

Este mercado fue creado en 1942, es decir tiene cerca de 80 años. Al mismo tiempo de su inauguración se clausuró un antiguo mercado de origen colonial, llamado Mercado Guasú (grande en guaraní) ubicado en mero centro de Asunción, en cuyo su lugar, se construyeron 4 plazas conjuntas, como centro neurálgico de Asunción.  

Ese mismo año, como parte de un plan municipal de ofrecer mercados de verduras, carnes y comestibles a sus pobladores, se crearon mercados municipales en diferentes barrios de Asunción, pero el ninguna tuvo tanto éxito como el Mercado 4, ubicado entre dos grandes avenidas que son la Silvio Pettirossi y la Fernando de la Mora, contorneada por la Avenida Perú, una de las principales arterias de Asunción.

La avenida Pettirossi, en esa época y hasta décadas después, fue la arteria principal para el ingreso y egreso de Asunción hacia el interior del país.

La ausencia de planificación potenció la anarquía

El Mercado 4 fue creciendo sin ninguna planificación municipal.  Con el tiempo se convirtió no solo en un mercado de productos alimenticios sino de ventas en general. Inclusive se creó una amplia zona aledaña, muy extendida, de comercios de toda laya. En el área propiamente del mercado tuvo un crecimiento anárquico.

Fueron aumentando, cada vez más, puestos de ventas precarios, inclusive, debido a la corrupción de funcionarios, se otorgaba el permiso correspondiente de abrir nuevos puestos de exhibición y ventas sobre el territorio de otras cacillas casi todas con materiales sumamente inflamables. Un verdadero atolladero, con pasillos muy estrechos, ocupados inclusive por mercaderías ofertadas en el piso, obstaculizando aún mas el paso de los compradores.

La municipalidad cobraba y sigue cobrando un canon sin hacer nada. La Administración Nacional de Electricidad (ANDE) es la empresa monopólica del Estado que provee electricidad a todo el país no tenía ningún control sobre los tendidos dentro del perímetro del mercado, donde habitualmente, casi como norma, los usuarios registrados volvían a revender la energía eléctrica a través de cables extendidos a casilla a casilla.

Nadie tenía ningún control de la capacidad de sus propias instalaciones eléctricas, forzando la utilización más allá de la potencia posible. En forma permanente se producían cortos circuitos. En este enjambre de casillas y pasillos estrechos   fue muy difícil el actuar de los bomberos

La catástrofe estaba anunciada, pero nadie hizo nada

Todo el mundo, las autoridades municipales y los prestadores de servicios públicos del Estado, los bomberos, los usuarios, la ciudanía asuncena tenían conciencia de una impostergable reforma estructural del mercado y que una catástrofe era posible.

Pero nadie hizo nada. El gran incendio de hoy mostró todas las falencias de la no existencia de ningún plan de emergencia. Igualito que la novela, el incendio estaba anunciado.

El paraguayo no solo nace en el Paraguay

Los paraguayos extrañan su tierra cuando viven en el exterior. Los avances tecnológicos nos permite recuperar lo que la distancia nos quita


  • Por varias décadas muchos paraguayos nacieron o emigraron al exterior
  • El fin de la dictadura trajo un acercamiento entre los que emigraron y sus familiares en Paraguay
  • Si no mejoran las condiciones democráticas modernas estamos a riesgo de seguir perdiendo compatriotas a la emigración

¿Que te hace paraguayo?

No todos los paraguayos nacimos en Paraguay. Por más que tuve el honor de darle la bienvenida a mi hijo a este mundo en el materno-infantil de San Lorenzo, mi identidad paraguaya no fue alcanzada de forma tan recta. De hecho, es algo que tuve que buscar a lo largo de mi vida.

Paraguay en latino america
paraguay en el corazón de America


Como muchos, mi familia fue fuertemente afectada por la persecución durante la dictadura. A parte del obvio crimen contra la humanidad a los que fueron sometidos muchos de nuestros compatriotas, muchos muertos por tortura y luego declarados desaparecidos o muchos otros compatriotas exiliados, como mi padre, que se vieron obligados a criar a sus hijos fuera de su patria y sus familias.

Estos exiliados trataban de inculcar en sus hijos un amor por una patria, que hasta ese momento no nos quería, y entender una cultura que no figuraba en ninguna de las películas o series en el exterior.

La persecución y el exilio no solo impactó a la generación que le tocó vivir ese momento, sino también a las generaciones que les siguió y que nació desconectada de sus raíces.

De hecho cuando era niño tenía una idea nebulosa de lo que era esa tierra que mis padres tanto añoraban. Recuerdo querer conocer a esa abuela,  de la cual estaba apartado.

La democracia también nos trajo acercamiento familiar

Para mí, la transición a la democracia fue mucho más que un cambio político. Significó que por primera vez me veía reflejado en un espejo paraguayo, donde mi apellido no era extraño, donde mi tez de piel era común, donde escuche un idioma que no entendía del todo, pero igual tocaba a parte de mi ser. Para mí la transición fue un evento cultural que me permitió realmente participar en  y del paraguayismo.

niños jugando futbol

De aquellos años me acuerdo demasiado bien de las libertades, que disfrute por primera vez. Como la libertad de jugar fútbol en el barrio hasta tarde o de que con una sola libreta te daban TODA la coca-cola que yo y mis amigos quisieran (¡mentira! mi abuela tenía que pagar la cuenta, pero mi mente de niño nunca había visto un sistema de tienda donde se compraba solo con la promesa de pagar más tarde).

Eran inviernos (veranos para mi) mágicos donde le conocí a mis primos, tías, tíos, amistades, inclusive una que otra mascota. Donde aprendí a disfrutar de una siesta y luego la merienda. Donde aprendí a enfriarme los pies antes de bañarme. Bueno, no todas estos hábitos me han durado la vida entera, pero si los recuerdo con felicidad.

Mientras mas cambian las cosas, mas se quedan igual

Fui creciendo y a la par creció la democracia paraguaya. Me acuerdo lo impactante que fue la ejecución de Argaña y la inestabilidad que le siguió. Aquella noche nefasta donde casi se da un golpe, recuerdo pensar si al final me tocaba vivir lo mismo que vivió mi padre. Por suerte como todos sabemos no llego a mayores, pero fue la primera vez que realmente entendí lo frágil que es la democracia.

Yo seguí creciendo y madurando, y la democracia paraguaya también. Volví al exterior a buscar mi destino en este mundo. Me toco ser parte del diaspora económico que también trajo la transición. Así como yo, vi como la gente se iba a Argentina, Brasil, España, EEUU, Corea del Sur, hasta a la proverbial China llegaron a parar uno que otro compatriota.

Cada vez mas el que era joven y capaz usó su libertad para emigrar. Aun así, no dejamos de ser paraguayos. Llevamos dondequiera la idiosincrasia de la sopa seca paraguaya, el horror de sacar un pique de los pies, y el entendimiento que algún día nos volveremos a encontrar para un asadito con los perros.

Volver no siempre significa volver a tras

Estoy volviendo al Paraguay. No por avión como lo hacia de niño, pero ciberneticamente por las vías digitales. Las redes sociales y las páginas web se han convertido en mi ventana hacia el país. Y lo que veo me da pánico. La desidia, la falta de participación, la falta de confianza, la inseguridad, la corrupción. Son pocos los elementos de esta democracia paraguaya que nos enorgullece a todos. Peor aun, la generación de mi hijo se esta volviendo cada vez mas ajena a la democracia por la cual sufrieron tantos para que tengan.

Ya que estoy volviendo, mi mayor deseo es participar en los procesos que se vienen en el 2022. Como muchos, no soy ni liberal ni colorado. En mi formación se obvió de la indocrinación partidaria. Lo que si soy es un ciudadano con conciencia y buena fe de que podemos salir adelante. Pero solo si todos comenzamos a participar como nos corresponde.

Por eso estamos armando la akademia (si, con K) digital cívica paraguaya Tapicha, para dejar de hablar en teoría y realmente comenzar a tomar acción. Lo mejor que tiene el internet es que nos permite auto-capacitarnos. Ves un video de YouTube y ya sos electricista. Ves un tiktok y ya sos Chef de cocina. Ves un instagram y ya sos expert@ en maquillaje. Exagerado pero se entiende. ¿Que tal mbae, si vemos una pagina web y nos hacemos todos mejores ciudadanos?

¿Que te parece?